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martes, 24 de mayo de 2011

Me gusta jugar, juegos de mesa, juegos de equipo, videojuegos... Pero lo que no soporto es que juegen conmigo.

"Yo soy un hombre con aspiraciones sencillas, que a los 65 años quiere estar cuidando de sus nietos descansando en su torre mientras domina el mundo"          - D. A.

He cambiado, me he echo mayor, ya no tengo la apariencia de antes pero a veces me doy cuenta de que cada día soy mas cría. Todavía me cuesta levantarme por las mañanas y me sigue gustando pintar con lapices de colores, pese a que, como siempre, me salgo de los bordes del dibujo. Me gusta desayunar colacao viendo los dibujos y comerme los grumitos. Las pompas me encantan, es más, regalame un pompero de esos de un euro, me estaré riendo un buen rato. Adoro hacer el tonto en casa cuando nadie más me ve, todavía pongo música y me pongo a bailar y cantar como si no hubiese un mañana. No puedo dormir sin mi oveja ni sin mi beso de buenas noches. Todavía me gusta jugar, hacer el tonto, las hadas y los cuentos de magos y brujas malvadas.
Pero luego pienso y digo... pese a todo, ya no soy como era. He crecido y no por fuera (que tampoco es que haya crecido mucho) si no por dentro, soy diferente, siento otras cosas que antes no sentia, veo cosas que antes no veía.
No se cuando di el paso de crecer, no recuerdo cuando pase de el "Mami ayudame a atarme los cordones" al "Tranqui mami, ya limpio yo mi cuarto venga". Crecí cuando pase de hacerle regalos hechos con macarrones.
Pero no se cuando exactamente, ¿soy mayor o sigo siendo una niña?
Me pierdo.

Cual ave volando en pos de libertad mi alma busca la felicidad
y manda mi corazón sentir por aquellos a quienes nunca debí amar.

Estupido balbuceo el de mi juvenil experiencia intentando expresar lo odioso
que es el amar

Es mi poesía lo que de este yugo me libera, dejáme correr por las calles
cual gato vagamundos. Pero no es mi cerebro lo que guia mi andar es mi
puño el encargado de crear

No de locos desvarios hablo, es la realidad de la sociedad que sabe ver
pero no mirar.

Es el porque de distraerme en la imaginación y que en vez de preocuparme
y llorar soy capaz de sonreir cuando siento mi lapiz tocar el
papel.

La alegría del cantar con el del vivir pesar
hacen a este hombre firmar:
Un confuso loco.
C.G.







Gracias por las 1000 visitas ya :)

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